IGLESIAS AFILIADAS A.P.E.

Saludo y Bienvenida Oficial de la Asociación de Iglesias Evangélicas A.P.E.

Amada iglesia,
Siervos y siervas del Señor, pastores, líderes y congregación:

Con gozo y gratitud en nuestros corazones, les extendemos una fraternal bienvenida a cada una de las iglesias que forman parte de nuestra Asociación de Iglesias Evangélicas A.P.E.


Es un privilegio y una honra contar con cada ministerio, cada pastorado, cada familia, y cada creyente que, bajo el señorío de Cristo, trabaja incansablemente en la edificación del cuerpo de Cristo, la extensión del Reino de Dios y la predicación fiel del Evangelio.

Les amamos queridos hermanos

Nos une una misma fe, un mismo llamado, y una misma esperanza, como declara la Palabra:

«Un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos» (Efesios 4:4-6).

Como Asociación de Iglesias Evangélicas A.P.E., deseamos ser un espacio de cobertura espiritual, de compañerismo ministerial, de formación bíblica sólida, y de apoyo mutuo, siempre firmes en la verdad del Evangelio, la sana doctrina, y en la defensa de nuestra fe apostólica y pentecostal.

Sean todos bienvenidos, amados hermanos y hermanas, a esta gran familia de fe, en la cual el Señor nos permite servirle juntos, esperando la gloriosa venida de nuestro Señor Jesucristo.

¡A Él sea toda la gloria, honra y alabanza por los siglos de los siglos!

Con amor fraternal en Cristo Jesús,
La Mesa Directiva de la Asociación A.P.E.
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Te esperamos

Este edificio histórico sigue haciendo historia

Te esperamos

Una calida bienvenida de sus pastores

Sus servidores… Alberto y Ana Maria Espinoza

¡Amados hermanos y amigos en la fe!

Es con el corazón lleno de gozo que, como sus pastores, les damos la más cordial bienvenida a nuestra casa espiritual. Nos llena de profunda gratitud el poder compartir este espacio de fe, comunión y crecimiento con cada uno de ustedes.

Deseamos que sientan el amor incondicional de Dios y la calidez de una familia que los recibe con brazos abiertos. Aquí, la presencia del Espíritu Santo es palpable, y la Palabra de Dios se revela con poder, transformando vidas y fortaleciendo el alma.

Anhelamos verlos crecer en el conocimiento de Cristo, fortaleciendo sus raíces en la sana doctrina y experimentando la plenitud de la vida pentecostal. Creemos firmemente en el plan redentor de Dios, revelado a través de las dispensaciones, y en la pronta venida de nuestro Señor Jesucristo. Cada sermón, cada estudio, está diseñado para edificarles con la riqueza de la hermenéutica, la exégesis y un análisis teológico que profundiza en las verdades de la Biblia.

Más allá de la enseñanza, nuestro deseo es que encuentren en esta iglesia un verdadero hogar, un lugar donde puedan ser nutridos, apoyados y animados en cada paso de su caminar con Dios. Sus vidas son preciosas para nosotros y para el corazón de Dios.